Es posible que tus padres sean ricos y tú y tu familia viváis en Libertad Financiera ¿Te convierte eso a ti en una persona con Libertad Financiera?
La respuesta es complicada: vives como si lo fueras, pero no lo eres. Tu libertad financiera es dependiente. Al menos hasta que te cedan parte de esa herencia.
Estás entre dos mundos y puede que te afecten los 7 problemas de la libertad financiera (te animo a leer el post), cuando en realidad, no eres plenamente libre para tomar decisiones.
Estás en mayor o en menor medida bajo el paraguas de tus padres porque ese dinero aún no es tuyo. Puede que seas joven y vivas con ellos aún, o que ya seas un adulto y hayas hecho una vida independiente.
¿Estás incómodo? No eres el único.
La dependencia y los grados de Libertad Financiera
La Libertad tiene más de una acepción.
Libertad:
- Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
- Que tiene capacidad para escoger y dirigir su forma de actuar o de pensar.
Si nos atenemos a esas acepciones y analizamos nuestro propio caso podremos concluir que somos más o menos libres para tomar decisiones con el dinero de la familia.
Es posible que recibas rentas, que puedas pedir dinero y se te conceda, que puedas decidir donde invertir cierto dinero… pero no con total libertad. Tiene que tener el visto bueno de tu familia.
A la espera de la independencia financiera: la herencia que espera
Mientras tanto has podido pensar a lo largo de la vida: «Vivo como un rico, pero nada de esto es realmente mío», «Sé que llegará la herencia pero tengo que esperar», «Mis padres siempre me dicen que trabaje primero, me quieren inculcar esos valores» «Ya soy un adulto y creo que tiene sentido que me den algo en vida» «¿Y si algún día me desheredan?», «¿y si pierden la cabeza al hacerse mayores y lo pierdo todo?» «No puedo contar con esa herencia» «No puedo sentarme de brazos cruzados a esperar» «¿Estaría mal que pidiera en vida ese dinero?»
El problema de esperar de brazos cruzados a la independencia financiera
«Algún día todo esto será tuyo». Sabes que lo dicen de corazón, pero es la eterna promesa. Y digo eterna, porque quizá así se siente: que nunca llega.
Y es que depender de algo que no está en tus manos que suceda te convierte en un espectador y no en protagonista de tu historia.
La vida no puede consistir en esperar a que suceda un hecho que no está en tus manos que se haga realidad.
Nadie debería estar pensando en heredar para empezar a vivir la vida que quiere vivir.
¿Has pensado que puede que tus padres vivan 90 años y que heredarías cerca de la jubilación? ¿Te vas a esperar ese tiempo para vivir tu vida?
Una conversación pendiente: herencia en vida
Es posible que debas hablar con tus padres sobre la herencia y tengas en cuenta ciertos aspectos importantes.
Las razones por las que es posible que no hayas heredado son:
1- Que crean que todavía no estás preparado: por tu juventud, por como gastas el dinero, por tu preparación económica…
2 – Que no estén ellos preparados: se desprenden de una parte de lo que tanto les ha costado conseguir, dejan de tener el control, que se hayan acostumbrado a llevarlo ellos…
3- Quizá no haya tanto dinero como piensas
La conversación sobre la herencia y sus planes:
Saber hablar sobre como te sientes sobre esta herencia y saber responder a las inquietudes de los padres ayudará a que puedan hacer una herencia en vida.
En realidad, es muy posible que ellos quieran lo mejor para ti, y es tu labor saber explicarles cómo te sientes y entender sus razones.
Los grandes argumento a favor de una herencia en Vida:
- Importantes reducciones o bonificaciones frente a heredar tras la muerte: realmente deben entender que estarían regalando ese dinero a hacienda.
- Evitar discusiones a la hora de repartir sus bienes: Lamentablemente, incluso entre las familias más unidas este asunto resulta complejo. Sentir que se hace injusticia y no poder hablarlo puede generar tensiones.
- Tus padres se pueden reservar la facultad de disponer de lo donado de la herencia.